sábado, enero 26, 2008

HOY


La vida se me fue como un río,
formando cascada con mis recuerdos.
Ahora sólo me ha quedado el tiempo efímero,
incierto, que se come mis anhelos y sueños,
y me sumerge en un infierno terrenal y frío,
triste juego, crueles tormentos.
BCLV

jueves, enero 03, 2008

ECOS




Anoche pensé en ti, como todas las noches. Un ciclo terminó y lo único en lo que pude pensar, fue en aquellas cosas que no te pude decir cuando te alejaste de mi Vida, y que se han acumulado con los momentos póstumos de mis días sin ti.



Un susurro, como siempre, reveló tu nombre, y marcó el inicio de una travesía inacabable a la que mi maldita imaginación me lleva cada día, sintiéndote cerca; a veces aborreciéndote, otras amándote; a veces simplemente observándote a distancia y otras más castigándote con mi desdén.



Ya de vuelta a la realidad, lloro en silencio y le cuento a la soledad de mis noches lo que tu presencia significó para mí, la forma en que tu maravillosa alma me conquistó, la estrechez de tus palabras, la ráfaga de luz que me regalaste, los recuerdos que en tu lugar dejaste, tu partida, la terrible incertidumbre, el dolor, la apatía.



Y termino embriagada de tí, porque el silencio devuelve todos mis anhelos y reproches, hasta colmarme otra vez de tu recuerdo.



Pero ayer fue distinto. Aún esta mañana tengo la sensación de que he extraviado algo relacionado contigo, o con las miles de heridas pasadas que moraron en mi corazón antes de tu llegada.



Me siento vacía, insípida, sin la sublimación de tu memoria. No puedo reir; mi careta sólo mantiene una sonrisa casi imperceptible para engañar al mundo. No puedo llorar; de entre tantos motivos no encuentro alguno que me ayude a liberar mi alma. Tengo manía de haber muerto.



Y entre mis desvaríos descubro que nunca supe la verdad. Mi mente se conformó con hilaciones propias de una historia cuyo final desconozco. Pero en realidad, nunca me diste una explicación que justificara tu ausencia. Y ¿sabes? La merezco.



La merezco por ese amor puro que te profesé, porque te entregué mi corazón incondicionalmente, con una confianza intuitiva que inspiraste en mí, sin importarme tiempo ni espacio.



La merezco por la sinceridad con la que te di mi alma, por las promesas, los planes y los sueños rotos, por los momentos en los que sé fuiste feliz.



Pero más que nada, la necesito.



La necesito para por fin sacudirme el polvo y seguir mi camino.



La necesito como un pretexto válido para olvidarte de una vez, para arrancarme tu recuerdo y hacer más soportables mis días, para borrar el vacío, recuperar mi corazón y mi Vida.



Es todo lo que quiero, por salud mental y emocional, pues tan sólo por sentido común nunca me atrevería a pedirte que estés conmigo. El hacerlo sería un atentado contra mi alma, casi peor que el hecho de tu ausencia.



Y es asi como de estas líneas, tal vez sólo recibirás un eco en el que quizá descubras mi anhelo constante de saber de tí, de estar a tu lado, o de tener al menos la certeza de que estás y estarás bien.



Eso es todo. De todo lo pasado no queda más. He salido por entero de tu Vida, con la terrible sensación de nunca haber estado en ella y esperando, al mirar una estrella, que tu también lo hagas.

miércoles, enero 02, 2008

POEMA I... De mi inspiración


I
Pido un minuto de silencio por mi ALMA,
por todas las ilusiones que un día tuve
y que perdí,
por los amaneceres que no veré
y que pasarán en SILENCIO junto a mí.


Pido la absolución a mi CORAZÓN,
ese que se llenó de emociones encontradas
y locos disparates
que NO cualquiera hubiera podido entender;
el que lloraba en las noches
buscando, sin sentido, su otra MITAD.


Pido también la PAZ a mi cuerpo,
el que me sostuvo en la tormenta,
en medio del remolino del MUNDO;
ese que fue mi imagen,
el tonto DISFRAZ de mi interior.


Pero pido, sobre todo, alivio al AMOR, a MI amor,
aquel que no supo comprender lo que alguna vez hubo en mí,
lo que un día fui.