viernes, agosto 22, 2008

A TI... (QUERIDO "DIARIO"...)


15/05/08

Hoy decidí olvidarte. Me he dado cuenta de que estoy cansada de esperar algo que sé no va a suceder.

Largos meses he esperado saber al menos de ti, una llamada, una señal de que aún existes y de que piensas en mí, para saber la verdad de tu desaparición y de ese abandono que aún ahora sólo puedo explicar con cobardía, miedo, presión, falta de amor.
Hace ya once meses de la última vez que te vi. ¿Cuánto más tengo que aguardar a que vengas a mí?
Le he pedido a Dios, mirando tu foto, que me devuelva la esperanza, que me haga saber que al menos estás bien y eres feliz. Aún no ha escuchado mis ruegos y creo que es por una razón. Tengo que renunciar a ti igual que tú lo hiciste conmigo.
Debo resignarme a la soledad y a la inminente ausencia de tu cariño, de tus besos. Tú no eres para mí. Creo que el destino ya se encargó de demostrármelo.
Más de nueve años. Ahora veo esos tiempos tan lejanos. Mis errores y los tuyos nos borraron esa imagen.
¿De dónde nació este amor? ¿Del primer beso? Hoy no sé si es amor o aferración; tal vez ya sólo es una atadura que no me deja olvidar lo que una vez fuimos y lo que somos. Pero la certeza de que nadie podrá llenar ese vacío que dejaste en tu lugar, me dice lo contrario.
Cómo deseo regresar el tiempo y hacer las cosas de distinta manera. Cómo deseo que tú también hubieras hecho las cosas en forma diferente. Cómo deseo que estés aquí, conmigo y que ya nuca te vayas. Pero los dos sabemos que eso no es posible.


17/05/08

Anoche derramé lágrimas sobre tu foto, la que he vuelto a guardar en una caja de papeles viejos. Ahora está ahí, perdiéndose entre mil sueños nunca realizados, entre recuerdos angustiosos y felices que como un rompecabezas conforman mi memoria. Hoy formas parte de lo que fue, del ayer, de la causa de mi manía constante de cuidarme la espalda, de mirar hacia atrás como si ello trajera de vuelta el mundo que se me escapó. Hoy ya no eres parte de mí. En el camino, algo tuyo se me escapó. Ya no siento tu presencia como antes, a mi alrededor, dentro de mí, a mi lado; esa presencia que, aún vivo tú, me inundaba como si tu espíritu rondara en mis días y mis noches.
12/06/08
Esta tarde recorrí caminos que alguna vez transité contigo. Qué lejos han quedado esos años, esos días, esas tardes. Qué lejos estás tú de ser aquel chico de sonrisa abierta y timidez sombría, tus ojos y tu boca, el retrato de una triste ironía. Qué lejos estoy de ser esa niña con andares y pretensiones de adulto, con sueños de princesa y realidades de inocencia.
Pensé en el ayer, el viento acompañó mis pasos, el cielo, nublado de tristeza, fue el escenario perfecto de la melancolía que me trajo tu recuerdo.
Vi a un hombre con tu rostro. Te imaginé en él por un momento, una milésima infinita de segundo. Apenas dominé el impulso de correr a sus brazos, porque en el último instante supe que no eras tú, que no podías ser tú. Nadie más puede ser tú, nadie puede llenar el vacío, ocupar tu lugar; nadie puede hacer que te olvide.
Hoy no sé dónde estás, ni si acaso recuerdas esos días, el inicio de todo, el principio del fin.
Alguna vez dije que te amaría toda la Vida. Me pregunto si es verdad lo que la gente dice: que con ello me he colgado de tu amor para siempre. Quiero creer que no es cierto. El solo hecho de pensar que no te olvidaré, me hace desearlo aún más. Sólo Dios lo sabe en realidad. ¿Cuando lo sabré yo?
16/06/08
Me siento culpable, quizás hasta un tanto miserable. Ha comenzado a gustarme una persona que no debe gustarme, que no puede gustarme. Me recuerda a veces a ti cuando tú tenías su edad. Dice estar completamente enamorado de mí.
Todos los días es él quien alimenta mi ego, quien me hace ilusionarme en fantasías de ensueño, quien me dice palabras bellas. He luchado contra ello. Ya hablé con él y le dije que estoy recuperándome de ti y que solo lo quiero como un amigo. Pero he de confesar que algo de él empieza a gustarme, a llamarme, a provocarme. A veces hasta lo veo y siento excepcionalmente lindo, aún contra todo lo que pienso, digo, y me dice la gente.
No obstante, no te olvido. Reconozco que me hace muy bien el pensar en que existe alguien que me demuestra algo muy cercano al amor (porque aún creo que lo de él para conmigo es una fase), estando tú tan lejos. Pero aún tengo la certeza de que, a pesar de la distancia, piensas en mí y me amas como siempre, y que, si no me has llamado es porque quieres que sea feliz, sin ti. ¿Es así?...


19/06/08

Esta noche me besó. Fue un momento previsible, precedido por la pregunta “te puedo dar un beso?” y una sonrisa por respuesta que él entendió como un sí. Era un sí. Fue muy dulce, extremadamente tierno, un beso como los que recuerdo de ti, o al menos como los que imagino. De tus besos sólo me queda el fantasma, un hálito sutil de lo que fueron.
No te niego, sentí culpa. No quiero jugar con él, pero ansiaba ese beso y yo lo provoqué, lo seduje hasta el punto en el que pareció que él me seducía a mí.
El problema será mañana. ¿Cómo lo miraré a la cara?


21/06/08

Recuerdas la canción que te canté aquella vez? “Can’t take my eyes off of you”. Ayer estuve escuchándola como es costumbre. Pero la sensación que me provocó fue distinta. Mis amigas me invitaron al lugar de aquel entonces, en el que te dediqué unas de mis canciones favoritas.
Me estremecí sobre todo porque lo invité a él a ir conmigo…
Nos besamos. Fueron besos intensos que me provocaron. Bailamos y no dejaba de abrazarme. Me dijo “Te amo”. No quiero creerle, no puedo, porque es imposible que me ame a estas alturas, debe ser un enamoramiento; pero sobre todo porque yo no lo amo. Lo quiero mucho, mucho, pero algo todavía no termina de convencerme.
Es lindísimo, cariñoso, travieso, tierno, amoroso, apasionado, pero no soy capaz de decirle al mundo que quiero estar con él y eso es una mala señal. Siento que él lo adivina, porque a pesar de su obviedad, se muestra con mesura ante la gente. Hoy me vio triste, quiso saber por qué, pero él ya lo sabía (le hablé de ti, ¿recuerdas?). Canté canciones de desamor y sabía también que no eran para él; lo vi en sus ojos.
Lo que más me asustó, es que me mira y me sonríe de la misma manera en que tú lo hacías, ¡de forma idéntica! Te lo puedo jurar (a menos que la imaginación juegue conmigo). Hubo un momento, mientras nos besábamos, en el que pensé en ti y me sentí terriblemente culpable, como si lo traicionara, como si te traicionara.
¿Qué debo hacer? No puedo olvidarte. Te amo todavía, te amaré por siempre.


23/06/08

Mañana es su santo. En muy pocos días se ha vuelto una persona muy importante para mí. Ha sabido conquistarme. Me estoy enamorando de él.
El sábado comimos juntos. Él regresó luego a trabajar y yo me fui a casa de mi amiga Juany, ¿la recuerdas?
A partir de ese momento y todo el día de ayer, estuvimos mandándonos mensajes; era como si estuviera cerca. Sigue repitiéndome que me ama. Yo sólo le digo que le quiero mucho. Me dice “Amor” y yo le correspondo.
Creo que aún sin quererlo hemos iniciado una relación porque así actuamos. La pregunta es desde cuando. Creo que la respuesta debería ser desde el jueves 19, porque fue cuando me dio el primer beso.
Estoy dejándome llevar por esta situación. Ya no quiero estar sola y triste y lo cierto es que él me hace muy feliz… otra vez.


27/06/08

Tal vez te preguntes por qué te escribo. A decir verdad, me he preguntado lo mismo. Probablemente se deba a una manera inconsciente de sobrellevar tu ausencia. Lo cierto es que, a pesar del dolor inmenso que ha habitado en mi corazón estos últimos meses, de la depresión, de la apatía, del estrés a consecuencia del trabajo en el que voluntariamente me he sumergido, las cosas han cambiado de una forma tan repentina que aún me cuesta asimilar. Él ha entrado en mi Vida de manera firme y decidida y yo le he permitido la entrada. El martes me pidió que fuera su novia. Acepté.
Me he dado cuenta de que estaba muy equivocada. No se trataba de que alguien ocupara tu lugar. Eso es simplemente imposible. Tú estarás ahí, siempre, al lado de las bellas memorias de mi infancia y de mi adolescencia. Pero al fin y al cabo eso está en el pasado. Tú estás en él. Tú así lo quisiste. Quizá también te preguntes, por qué el cambio. ¿Es que acaso ya no te amo? Realmente ya no lo sé. Durante tanto tiempo mis sentimientos se han mezclado con mis recuerdos, que difícilmente puedo distinguir los unos de los otros.
Lo que sé con toda certeza es que él se ha forjado un lugar propio en mi corazón, en el presente, en el futuro, uno que comparte enteramente conmigo, en el que me permite vivir y soñar, ser como soy, estar juntos sin ninguna clase de límites, de impedimentos o complicaciones. Con él incluso soy capaz de hacer cosas que nunca pensé, ni siquiera estando contigo. ¿Por qué son las cosas diferentes ahora? ¿Por qué con él? Creo que porque irremediablemente me ha conquistado. Ha tomado también su propia forma, una identidad definida en mi mente, que ahora ni por asomo se confunde con la tuya. Puedo quererlo por quien es.
Después de ti, me coloqué en la frente un letrero que decía “tengo miedo”. Me lo he descolgado. Ya no está. Y he sido capaz de decirle al mundo que quiero estar con él.


22/08/08



En los últimos días he descubierto muchas verdades en torno a tí. Reapareciste en el escenario de mi Vida, pero cubierto con una máscara para que no te adivine, para que no vea siquiera tu rostro. Pero detecto tu presencia. Has querido saber de mí, así que ya te habrás enterado de las buenas nuevas, buenas al menos para mí.
No sé si pensate que nunca sabría lo que realmente pasó, o que tus pretensiones recientes fueron únicamente un ardid.
Eso ya no importa. El caso es que a fuerza del tiempo, me he dado cuenta de que estuve amando una ilusión, una imagen del pasado que dejó de existir hace mucho, un títere inanimado porque se quedó sin alma. Y nuevamente,eso ya no importa.
Ésta es la última vez que te escribo. Mi alma ha encontrado por fin la paz. Te guardaré eternamente en el ayer, como lo que fuiste, tal vez como lo que pudiste ser, no como lo que eres ahora. En mi presente ya no tiene acceso la amargura, mucho menos en el futuro que se asoma en mi horizonte. Honestamente pensé que tu presencia causaría más impacto en mi camino. Creo que me equivoqué otra vez y le agradezco a Dios por ello. Me doy cuenta de que ha valido la pena todo lo vivido. De no ser así, no sería capaz de amar y ser feliz, como lo soy ahora, ya sin tí.


NOTA FINAL:


04/05/...
 
Hoy has vuelto a aparecer en mi Vida. Después de que erróneamente me casé con él, de que tuvimos una bella hija que alimenta mis días y de que lo dejé para siempre, tú has regresado...
Supe de ti y la emoción me recorrió. Escuché tu voz y contuve el aliento. Hoy te miré a los ojos y todo volvió de golpe a mi. ¿Acaso es cierto que aún está ahí el amor?
Siempre fuiste tú... una presencia constante.
¿Qué sigue? No lo sé. No sé si lo que hemos expresado sobrevivirá a los días y complicaciones que vienen.
Solo sé que sigues siendo para mi aquel chico que hace 14 años, 6 meses y 3 días me besó bajo aquel árbol e hizo nacer con ello toda una historia que aún no termina. Sólo sé que nada está escrito todavía.
A ti... EJM.

sábado, enero 26, 2008

HOY


La vida se me fue como un río,
formando cascada con mis recuerdos.
Ahora sólo me ha quedado el tiempo efímero,
incierto, que se come mis anhelos y sueños,
y me sumerge en un infierno terrenal y frío,
triste juego, crueles tormentos.
BCLV

jueves, enero 03, 2008

ECOS




Anoche pensé en ti, como todas las noches. Un ciclo terminó y lo único en lo que pude pensar, fue en aquellas cosas que no te pude decir cuando te alejaste de mi Vida, y que se han acumulado con los momentos póstumos de mis días sin ti.



Un susurro, como siempre, reveló tu nombre, y marcó el inicio de una travesía inacabable a la que mi maldita imaginación me lleva cada día, sintiéndote cerca; a veces aborreciéndote, otras amándote; a veces simplemente observándote a distancia y otras más castigándote con mi desdén.



Ya de vuelta a la realidad, lloro en silencio y le cuento a la soledad de mis noches lo que tu presencia significó para mí, la forma en que tu maravillosa alma me conquistó, la estrechez de tus palabras, la ráfaga de luz que me regalaste, los recuerdos que en tu lugar dejaste, tu partida, la terrible incertidumbre, el dolor, la apatía.



Y termino embriagada de tí, porque el silencio devuelve todos mis anhelos y reproches, hasta colmarme otra vez de tu recuerdo.



Pero ayer fue distinto. Aún esta mañana tengo la sensación de que he extraviado algo relacionado contigo, o con las miles de heridas pasadas que moraron en mi corazón antes de tu llegada.



Me siento vacía, insípida, sin la sublimación de tu memoria. No puedo reir; mi careta sólo mantiene una sonrisa casi imperceptible para engañar al mundo. No puedo llorar; de entre tantos motivos no encuentro alguno que me ayude a liberar mi alma. Tengo manía de haber muerto.



Y entre mis desvaríos descubro que nunca supe la verdad. Mi mente se conformó con hilaciones propias de una historia cuyo final desconozco. Pero en realidad, nunca me diste una explicación que justificara tu ausencia. Y ¿sabes? La merezco.



La merezco por ese amor puro que te profesé, porque te entregué mi corazón incondicionalmente, con una confianza intuitiva que inspiraste en mí, sin importarme tiempo ni espacio.



La merezco por la sinceridad con la que te di mi alma, por las promesas, los planes y los sueños rotos, por los momentos en los que sé fuiste feliz.



Pero más que nada, la necesito.



La necesito para por fin sacudirme el polvo y seguir mi camino.



La necesito como un pretexto válido para olvidarte de una vez, para arrancarme tu recuerdo y hacer más soportables mis días, para borrar el vacío, recuperar mi corazón y mi Vida.



Es todo lo que quiero, por salud mental y emocional, pues tan sólo por sentido común nunca me atrevería a pedirte que estés conmigo. El hacerlo sería un atentado contra mi alma, casi peor que el hecho de tu ausencia.



Y es asi como de estas líneas, tal vez sólo recibirás un eco en el que quizá descubras mi anhelo constante de saber de tí, de estar a tu lado, o de tener al menos la certeza de que estás y estarás bien.



Eso es todo. De todo lo pasado no queda más. He salido por entero de tu Vida, con la terrible sensación de nunca haber estado en ella y esperando, al mirar una estrella, que tu también lo hagas.

miércoles, enero 02, 2008

POEMA I... De mi inspiración


I
Pido un minuto de silencio por mi ALMA,
por todas las ilusiones que un día tuve
y que perdí,
por los amaneceres que no veré
y que pasarán en SILENCIO junto a mí.


Pido la absolución a mi CORAZÓN,
ese que se llenó de emociones encontradas
y locos disparates
que NO cualquiera hubiera podido entender;
el que lloraba en las noches
buscando, sin sentido, su otra MITAD.


Pido también la PAZ a mi cuerpo,
el que me sostuvo en la tormenta,
en medio del remolino del MUNDO;
ese que fue mi imagen,
el tonto DISFRAZ de mi interior.


Pero pido, sobre todo, alivio al AMOR, a MI amor,
aquel que no supo comprender lo que alguna vez hubo en mí,
lo que un día fui.